Administraciones públicas provinciales en la pospandemia. Nuevos formatos de vinculación remota y digital entre el Estado y la ciudadanía
CEDYAT junto con el Cippec, la UMET y el IE se realizó una encuenta a 549 agentes de la administraciones públicas de cinco jurisdicciones provinciales en la Argentina: Chaco, Entre Ríos, Mendoza, Río Negro y Tucuman.
Desde el comienzo de la pandemia, las administraciones públicas en Argentina se vieron enfrentadas al desafío de trasladar el trabajo a la modalidad remota. Durante 2020, relevamientos de la Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Nación y del equipos interinstitucional formado por CEDyAT, UMET, IE y CIPPEC arrojaron números similares respecto a la modalidad remota de trabajadores y trabajadoras del Estado y personal directivo en torno al 70%. Sin embargo, más de la mitad de las personas que trabajan en el Estado nacional se encuentran nucleadas en el área metropolitana de Buenos Aires. Por su parte, las administraciones públicas provinciales tuvieron distintas realidades epidemiológicas y contextos laborales diferentes entre sí y respecto del Estado nacional.
Para analizar los desafíos y las oportunidades de la pandemia, el trabajo remoto en los Estados provinciales y las transformaciones de políticas públicas se llevó a cabo una encuesta para relevar la experiencia del personal directivo y sus equipos de trabajo durante 2020 y 2021 en la modalidad de trabajo remoto y formatos híbridos. El trabajo se basa en las dimensiones analíticas de tecnologías de gestión, reglamentaciones, aspectos individuales y aspectos del equipo de trabajo a cargo de cada persona directiva en ese contexto.
Sobre una muestra de 549 personas de los espacios directivos de las administraciones provinciales, se encontró un contexto distinto al relevamiento nacional llevado a cabo durante el 2020. Mientras que, a nivel nacional, el trabajo a distancia fue implementado de forma más inmediata y global, en las provincias se mantuvo, en mayor medida, la presencialidad: diferencia que se vio pronunciada con el correr de los meses y las etapas del aislamiento por el COVID-19. En las provincias, los directivos y las directivas dependieron de la infraestructura tecnológica estatal en igual medida que de plataformas no oficiales para las comunicaciones. Uno de los desafíos comunes al análisis realizado a nivel nacional fueron los desafíos en materia de tareas domésticas, tanto de cuidado como de mantenimiento.
En este sentido, en las provincias, la distribución de género para estas tareas fue similar a lo acontecido en el ámbito nacional e implicó más tiempo de dedicación para mujeres que para varones. Este fenómeno explica también parte de la carga de tareas sumadas al trabajo remoto desde el hogar y su peso relativo en la percepción de las personas encuestadas a la hora de valorar la calidad y la dificultad del trabajo a la distancia. En las cinco provincias que formaron parte del presente relevamiento se encontraron contextos distintos, pero desafíos y oportunidades similares.
En paralelo con el trabajo remoto, en estas provincias se encontró un conjunto de políticas transformadoras del vínculo entre Estado y ciudadanía en distintos niveles, como el de realización de trámites y consultas, así como en la gestión interna de las administraciones públicas, que plantean oportunidades a ser replicadas en otras jurisdicciones.
Los nuevos formatos de trabajo remoto e híbrido en los Estados, impuestos por la pandemia, tanto para equipos de trabajo como para directivos y directivas públicas, marcan un rumbo de mayor trabajo sobre plataformas y dispositivos digitales, además de un avance marcado en la incorporación de tecnologías de información y comunicación en la gestión pública. Los desafíos comunes de coordinación, mejora de la infraestructura tecnológica y sistemas de gestión y la necesidad de capacitación articulada a nivel nacional traen una oportunidad para fortalecer las herramientas de abordaje del trabajo remoto, pero también se convierten en necesarias para el pase a la presencialidad. Al mismo tiempo, sirven de catalizador para la digitalización y mejora continua de procesos internos y servicios públicos en las provincias argentinas.
Nota: resulta importante destacar el trabajo de análisis realizado por los colegas Gonzalo Diéguez, Demian González
Chmielewski y Amalia Peralta sobre el trabajo realizado en conjunto por las cuatro instituciones.
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